El Rodenal del Cabriel es rico en yacimientos arqueológicos y esconde una extensa colección de abrigos rupestres de los mas importantes del denominado "Cinturón del Arte Rupestre Levantino"Pintura rupestre levantina


Al lado del término de Boniches, en tierras de Villar del Humo, en una parte de ese futuro parque monumental del Rodenal del Cabriel. Dentro del mismo se encuentra el Parque Cultural del Arte Rupestre de Villar del Humo, formado por más de 200 representaciones repartidas entre 11 abrigos

En 1917 el ayudante del Ingeniero de Montes E. O’Kelly junto con otras gentes de la zona descubren las primeras en la peña del Escrito. En 1928 se declaran Monumento Nacional y en 1995 se inagura el Parque Cultural

Posible escena de doma, casi única en su géneroLas pinturas se encuentran dentro de uno de los tres grupos en los que se divide el arte rupestre de la península Ibérica, la pintura parietal. Escenas de animales propios de la zona mezcladas con figuras armadas de arcos y una en especial singular, un équido del que sale un “lazo” a las manos de un hombre (posiblemente una de las pocas representaciones en las que se plasma una escena que podría tratar de la domesticación o caza con lazo de un animal).


De nuevo las rocas rojas, el verde de los pinares y el agua parecen haber atraído a nuestros antepasados, inspirándoles a la hora de realizar obras increíbles para su antigüedad, unos 8000 años las más antiguas. El porqué de estas pinturas es importante sin duda. Pudieron ser motivos religiosos, ofrendas de caza o simplemente historias plasmadas de grandes gestas de caza, el caso es que a día de hoy es un verdadero placer poder admirar estas maravillas rodeadas de tan exuberante naturaleza.

Aunque es fácil encontrar información sobre el recorrido del parque, os ponemos una fotografía del mapa esquemático que facilita su visita por todo su recorrido. Hay que llevar mucho cuidado porque parte del recorrido no es apto para turismos convencionales, es necesario utilizar un vehículo adecuado y algunas partes hacerlas a pie. RUTA:
 
PARQUE CULTURAL DE ARTE RUPESTRE que se encuentra situado en la Sierra de las Cuerdas.       
El Parque Cultural de Arte Rupestre es Monumento Nacional desde 1924 y Patrimonio de la Humanidad desde 1928. Es referencia obligada del Arte Rupestre Levantino.
Lo componen verdaderos caprichos de la naturaleza entre los cauces del río Cabriel, La Vencherque y el río Mesto destacando entre ellos:
  • Los Corbeteruelos
  • Peña de los Recueros
  • Peña de San Antonio
  • Torre Balbina
  • Callejones de Potencio
El arte rupestre se encuentra plasmado en los abrigos rocosos de Villar del Humo, y podemos encontrar pinturas que van desde el naturalismo más puro hasta un esquematismo impresionante, siendo catalogado como uno de los focos culturales más interesantes de la Península. Hay casi doscientas figuras, repartidas entre:
  • Peña del Escrito (I, II)
  • Vallejo Marmalo (I, II, III)
  • Castejón de los Machos
  • Cueva Pintá
  • Fuente del Aenar
  • Selva Pascuala
  • Collao del Toro
  • El Castellar

Origen y distribución de la pintura rupestre levantina

El arte rupestre levantino se desarrolló en la zona oriental de la península ibérica, extendiéndose por casi toda la costa mediterránea, desde Lleida hasta Almería. También se han encontrado manifestaciones importantes en otros lugares como Río Vero en Huesca, Albarracín en Teruel o Cuenca.
Uno de los principales problemas que plantea es el de la cronología, ya que no hay un conocimiento exacto de cuándo surgió. Se barajan distintas. Unas establecen su origen y desarrollo en el paleolítico, otras lo consideran epipaleolítico o mesolíticos y por último están las que lo integran en el Neolítico.
Finalmente, los estudios más recientes, le atribuyen un origen epipaleolítico.ÍTemática y estilo
A diferencia del paleolítico, el arte levantino situó sus conjuntos artísticos en abrigos rocosos o en oquedades naturales al aire libre que se forman en las sierras calizas. Emplearon el color rojo, el negro y blanco, que eran obtenidos de diferentes minerales. Y no los mezclaron, por lo que en sus pinturas no existe ni la bicromía, ni la policromía, ni la gradación de tonalidades.

Otra novedad que incorporan es que las figuras humanas y animales, que son las protagonistas de sus obras, aparecen formando escenas de gran dinamismo. Podemos establecer tres tipos: las bélicas, con escenas de combate, desfiles y danzas guerreras; las que reproducen actividades relacionadas con la caza y las de la vida cotidiana, que se centran en la recolección de alimentos, en la organización jerárquica y en las danzas rituales.

El hombre se pinta desnudo, con adornos en algunas partes de su cuerpo (cabeza, brazos, piernas y cintura) y sujetando el arco y las flechas. La figura femenina se representa con el tronco desnudo y con una falda acampanada que llega hasta la rodilla o los pies.
Los animales también forman parte de las escenas. Los más comunes son los caprinos, los cérvidos, los equinos y los bóvidos. En ocasiones aparecen sin la presencia del hombre como cazador, solos y en diversas actitudes: estáticos, en estado de alerta, caídos en una trampa, con el cuerpo lleno de flechas o incluso muertos.
Esquema de pinturas rupestres. Morella (Castellón)
No existe una intención realista, les interesa captar el movimiento y para ello crean composiciones en diagonal. También utilizan la llamada perspectiva torcida, que consiste en mostrar el cuerpo entero de perfil exceptuando algunas partes que se colocan en posición frontal. Reducen la representación a las líneas esenciales, es decir, a las características identificativas y a las actitudes, eliminando el resto de los detalles. Así, por ejemplo, el arco y la flecha permiten reconocer a un cazador o a un guerrero. Consiguen escenas de gran dinamismo.